Arthropleura



Si coges a alguien  por la calle y le dices que responda rápido a ¡Dime una fruta!, te dirá: pera.  Está comprobado.
Y si le dices después ¡Dime un artrópodo prehistórico! Te dirá: !Arthropleura!
Eso también es así, no cabe duda, vamos, yo lo haría. Lo digo porque el Arthropleura es posiblemente el artrópodo prehistórico más conocido entre todos los que somos amantes-frikis, no expertos, de la prehistoria.  

El Arthropleura era una especie de artrópodo gigante. Su tamaño  podía llegar a los 3 metros, y se estiraba y encogía para conseguir rapidez en sus desplazamientos por la tierra de los húmedos bosques del carbonífero, hace unos 300 millones de años.

Aunque aún no se sepa mucho de sus hábitos alimenticios, las últimas investigaciones sugieren que se trataba de un ser omnívoro. Posiblemente, cuando alcanzara su enorme tamaño, se convertiría en un superdepredador terrestre, no obstante, debía vivir cerca del agua, y aquí sí tenía rivales. Depredadores marinos como el Rhizodont o antiguos tiburones como el Stethacanthus podían cazar al Arthropleura aprovechando las diferentes mudas de sus exoesqueletos, que eran varias a lo largo de su vida y que debían hacer dentro del agua.

¿Os imagináis un ciempiés tan grande como un cocodrilo viniendo directamente hacia vosotros con la única intención de comeros?  Pues así era el Arthropleura.


Pero falta por aclarar por qué el Arthropleura era tan grande. Sin duda, porque podía. Los pulmones que tenemos nosotros, los vertebrados, son infinitamente más complejos que el de los artrópodos de la prehistoria. Nosotros introducimos aire con oxígeno y expulsamos CO2. Los artrópodos recogen el oxígeno, es como si lo filtraran pero sin la presión que ejercemos, por ejemplo nosotros, cuando movemos los músculos implicados en la respiración. Podríamos decir que la eficiencia de recoger oxígeno era muy inferior a la nuestra. Pero en el carbonífero la cantidad de oxígeno era mucho mayor. Y la eficiencia respiratoria no era tan importante. Y al igual que ahora los seres más grandes son vertebrados con complejos pulmones, anteriormente, los seres más grandes eran aquellos que no necesitaban gastar tanta energía en formar estos complejos pulmones. El balance energéticos les favorecía.

Al igual que la mayoría de los grandes artrópodos del carbonífero, el Arthropleura desapareció a finales de esta era cuando cambió el clima de todo el planeta, haciéndose más seco y cálido.







Celacanto



Después de 3 años, me he visto obligado a reescribir de nuevo esta entrada tras las últimas investigaciones que han sacado a la luz nuevos datos sobre este formidable animal prehistórico. El Celacanto (Coelacanth), un pez que apareció en el Devónico, hace unos 400 millones de años, está considerado un fósil viviente. Una especie muy antigua, más por ejemplo, que los cocodrilos o las tortugas.

La importancia de este pez es que es el más cercano a los primeros vertebrados terrestres. Se le considera el antecesor del Ictiostega (Ichthyostega) primer animal vertebrado que dio sus primeros pasos por tierra firme.

El Celacanto es un animal que no supera los 2 metros de longitud y un peso de hasta 90 kg. Vive a más de 600 metros de profundidad, y en 2009 se capturó un ejemplar.  La noticia de esta captura dio la vuelta al mundo y asombró a los expertos que consideraban extinto al Celacanto hace 65 millones de años. Por supuesto, al sacarlo a la superficie el pez del devónico murió, por la diferencia de presión, sus venas y órganos se hincharon y reventaron. Pero empezó un nuevo filo de investigación que es ahora cuando está dando sus frutos.

No es un pez pequeño que necesita poca comida para sobrevivir, ni tiene características especiales (a primera vista) que le haga ser mejor que otras especies extintas… Resistieron las extinciones masivas de hasta un 90% de las especies, como la extinción del Devónico, la del pérmico-Triásico y la más conocida y que terminó con los dinosaurios, la extinción del Cretácico-Terciario. Entonces, la pregunta fundamental a la que nos enfrentamos al ver aún viva a esta especie es: ¿Cómo ha podido sobrevivir hasta ahora?


A finales del 2012, se dieron los resultados de un completo estudio donde se analizó el ADN mitocondrial de diferentes ejemplares encontrados.  La conclusión, resumiendo, es que el Celacanto (Coelacanth) tiene una gran capacidad de evolucionar y modificar ciertas características de su cuerpo para adaptarse a nuevas condiciones. Es por ello que ha podido sobrevivir a los diferentes cambios, cuando otras especies que parecían mejor adaptadas, han desaparecido.



La duda que se plantean los científicos es si este animal, que ha sobrevivido durante 400 millones de años, será capaz de sobrevivir a la sobreexplotación de los océanos, la contaminación y el calentamiento global originado por la actividad del hombre... y si es así, ¿es posible que nos sobreviva como especie?

Sarcosuchus imperator


En 1964 se encontraron los huesos fosilizados de lo que parecía un cocodrilo prehistórico. Conforme se fueron desenterrando y sacando, viendo que las dimensiones que tenía el animal prehistóricos que reconstruían era un animal especial, los mismos paleontólogos se fueron dando cuenta de que no era un simple cocodrilo. Estaban escavando posiblemente a una especie de cocodrilo que disputaría por los puestos de cocodrilos más grandes jamás descubiertos. Fue tal la sorpresa que les causó a los paleontólogos, que le pusieron un nombre especial: Cocodrilo emperador, Sarcosuchus Imperator (que quiere decir el cocodrilo carnívoro más grande). Cierto es que luego aparecieron otras especies quizá tan grandes como el Sarcosuchus Imperator , como el Rhamphosuchus Crassidens o el Deinosuchus, pero este fue el primero, y por tanto, el que rompió los moldes mentales de lo que se suponía un cocodrilo normal.

El tamaño de este gran depredador era de hasta 15 metros, 2,5 veces más que los ejemplares de cocodrilos marinos, que son los cocodrilos más grandes actualmente vivos. Pero el peso no era proporcional. Mientras que el cocodrilo marino supera por poco la tonelada, el Cocodrilo emperador superaba las 10 toneladas.

Vivieron hace 110 millones de años durante el Cretácico, en los que hoy es África, y las costumbres eran similares a la de muchos cocodrilos actuales. Acechaban en ríos y profundo s lagos a sus presas. Entre las cuales podíamos encontrar primitivos peces, pero también grandes dinosaurios sedientos y que son atrapados como tal y como los cocodrilos atrapan a las cebras y ñus en el río Mara.


Por cierto, dentro de la boca de este saurio, cabía un hombre tumbado, ya que su cráneo medía 2 metros de longitud.



Chlamydoselachidae


Se le llama conoce como tiburón anguila o tiburón de pliegues. Es un pez considerado un fósil viviente. Es un antiguo pez que viene de un linaje desaparecido, la familia  Chlamydoselachidae, del género Chlamydoselachus... nombres que hacen referencia a su cuerpo cilíndrico. Únicamente quedan dos especies supervivientes: el tiburón anguila y el tiburón anguila sudafricano (descubierto en 2009).

Este pez prehistórico vive a tremendas profundidades, a unos 1000 metros, cerca de las costas de Japón. Pocas veces se les ha visto con vida, y se cree que dieron lugar a historias marineras de serpientes marinas.
Pueden llegar hasta los 4 metros, su cuerpo es alargado y su cabeza es “desproporcionadamente” ancha.

Los dientes son afilados con varias puntas, y cuando muerde se clavan y se agarran a su presa y difícilmente las presas se pueden soltar si no es con un desgarro… a veces mortal. Por cierto, aunque aún es poco lo que se sabe de este animal, se cree que es un depredador de otros tiburones cuando son crías. Su cuerpo, ágil y de movimientos rápidos es ideal para la depredación de presas desprevenidas y pilladas por sorpresa. Se cree que no es un pez rápido, ya que la forma de las aletas y las branquias no son muy hidrodinámicas.

Estos seres de la prehistoria, de hace casi 300 millones de años, del Devónico; son tan raros de vez, que cuando es atrapado uno (normalmente por casualidad) se guarda y se muestra en museo como auténticas rarezas.

Pero “por suerte”, hace unos 4 años se pudo filmar un ejemplar moribundo que había subido de las profundidades. Medía casi 2 metros, y pesó 7,5 kg. Verdaderamente, el animal que se gravó daba un poco de lástima, pero nos sirve para hacernos una idea de cómo eran algunos modelos prehistóricos.



Por cierto, se encuentran en peligro de extinción.


Paradoxides Davidis

Hace ya algunos años, se encontró en una de esas regiones frías y olvidadas de la gran Rusia a un ser verdaderamente extraño. En una perforación que se llevaba a cabo por unos constructores de la zona, dieron sin querer con un acuífero subterráneo, un pequeño río que transcurría a más de 20 metros de profundidad. Se extrajo el agua y se vertió en una zona cercana donde no molestara, este es un proceso muy común en construcciones afectadas por acuífero subterráneos y por altos niveles freáticos. Hasta ahí todo normal, pero algo les llamó la atención cuando vieron que el agua, mientras se evaporaba y filtraba a través del terreno, había algo que se movía ¿qué podía ser aquello que vivía en aguas subterráneas?
Los expertos fueron a ver, y encontraron varios seres no catalogados por la biología actual, animales que se removían con fuerza quizá para evitar ser sacados. El animal que veis a la derecha fue el que se extrajo, según dicen, medían 15 centímetros.

Este "bicho prehistórico" no era un pez, tenía aspecto de crustáceo prehistórico, como lo puede ser el Triop cancriformis, y asemeja también al Paradoxides Davidis. Un trilobite marino primitivo muy común durante el Cámbrico.
Sucede pues, que los trilobites desaparecieron masivamente a finales del cámbrico. Pero, ¿no pudieron subsistir especies pequeñas o... especies acostumbradas a vivir en lagos subterraneos protegidos de el exterior?
En fin, los expertos aun siguen investigando, y por lo que se sabe, aun no se ha dicho nada más al respecto. Aunque la explicación más razonables es que se trate de una especie hermana de Triop cancriformis.
La verdad es que viéndolo por abajo es igual al Triop